Artículos de opinión

La papa en Bolivia, situación actual y alternativas

La papa en Bolivia, situación actual y alternativas

Autor: Orlando Ticona Flores* - CIPCA Regional Altiplano
Fecha: 23/06/2023

La papa (Solanum tuberosum), conocida como Ch’oqe en el mundo aymara, es el cuarto cultivo alimenticio más importante del mundo, después del arroz, el maíz y el trigo, aporta con la mayor cantidad de carbohidratos en la dieta alimentaria de millones de personas en los países en desarrollo, de Sudamérica, África, y el continente asiático. En Bolivia se tiene registrado la producción de aproximadamente 230 variedades de las 4500 variedades existente en el mundo.

En la campaña agrícola 2020 – 2021, según los datos del INE, Bolivia ha alcanzado la producción de papa de 1.272.649 Tn en una superficie total de 191.321 Has (hectáreas), alcanzando el rendimiento promedio de 6.65 Tn/ha., siendo que en la Campaña agrícola 2019 – 2020 el total producido alcanzó los 1.317.923 Tn y un rendimiento de 7.2 Tn/ha.

Los gráficos anteriores y posteriores, muestran datos de la campaña agrícola 2019 – 2020, en vista de que la campaña agrícola 2020 – 2021 ha sufrido anormalidades en el proceso productivo que han repercutido sobre el rendimiento productivo. Los principales departamentos productores de papa en Bolivia son Cochabamba y La Paz que representan el 57.6% de toda la producción nacional (30,3% y 27,3% respectivamente) siendo Cochabamba la principal productora considerando los volúmenes producidos, mientras que La Paz es la principal productora de papa considerando la superficie cultivada.

En el siguiente gráfico puede verse que la mayor productividad se encuentra en Santa Cruz y Cochabamba (9.93 y 9.85 Tn/has, respectivamente), esto se debe a los factores como; clima, topografía y humedad, que en los valles mesotérmicos e interandinos se muestran adecuadas para la producción de papa pero en pequeñas superficies, por otro lado favorece estos rendimientos el factor variedad de la papa, en estas regiones se producen principalmente las variedades comerciales que han sido mejorados para obtener rendimientos altos pero que en consecuencia perdieron la resiliencia a los eventos climáticos adversos, mientras que en la parte altiplánica de Bolivia, estas variedades se han introducido pero están expuestas a mayor riesgo de pérdida y por ello muchas familias productoras prefieren producir variedades locales, es más, prefieren diversificar las variedades para garantizar la producción rescatando los saberes y conocimientos ancestrales, en las montañas suelen sembrar variedades dulces, en las planicies las variedades amargas pero también aún persiste las prácticas de nayra sata, khepa sata y taypi sata (siembra temprana, siembra tardía y siembra a tiempo).

Desde CIPCA, evidenciamos que a través de la incorporación de innovaciones productivas como sistemas de riego tecnificado, incorporación de abonos orgánicos y gestión sostenible de los recursos naturales se puede incrementar la productividad. Hemos realizado la medición in situ de la producción de papa por tres años consecutivos (desde la campaña agrícola 2017 – 2018 hasta 2019 – 2020) en los municipios San Pedro de Totora, San Andrés de Machaca, Taraco, Calamarca y Colquencha, con familias que implementan la Propuesta Económica Productiva (PEP) de CIPCA en el altiplano, propuesta que plantea una agricultura sostenible con manejo agroecológico, se ha evidenciado rendimientos altos en superficies considerables llegando al promedio en el Altiplano de La Paz y Oruro de 18 Tn/ha lo cual supera considerablemente el rendimiento obtenido en los Valles interandinos y mesotérmicos de Bolivia. Esto demuestra que es posible mejorar la productividad de la papa con un buen manejo. Por otro lado, es importante considerar la presencia ascendente de los efectos del cambio climático que pone en riesgo la producción agropecuaria y demanda acciones prontas y urgentes.

CIPCA, de forma experimental ha estado apoyando la iniciativa de algunos productores en el municipio de Calamarca, donde se han realizado siembra de papa en carpas solares que ha permitido obtener excelentes datos productivos como podemos observar en el siguiente gráfico de forma comparativa:Fuente: Elaboración propia con base a datos del INE (2020 – 2021), comparado con resultados obtenidos por CIPCA según la PEP y resultados obtenidos en Carpas Solares en el altiplano.

Como se puede observar en el gráfico anterior, comparativamente existe mejores resultados obtenidos por CIPCA, la producción en carpas solares se convierte en una alternativa real ya que quintuplica la productividad por superficie de La Paz, adicionalmente existen factores favorables como la reducción del periodo del cultivo de 5 meses a 3.5 meses lo cual permitiría obtener hasta 3 cosechas por año. Realizando algunos cálculos a groso modo podemos afirmar que para cosechar al igual de la que se obtiene de 1 ha (10.000 m2) a campo abierto en La Paz (6.65 Tn/año), se requiere 667 m2 de carpa solar lo cual representa 5 carpas solares comerciales de 136.4 m2 (22 m x 6.2 m), considerando tres cosechas por año. Las carpas solares representan 5 veces más productividad en condiciones de altiplano, pero es importante considerar que el costo de implementación de las carpas solares con sistemas de riego tecnificado oscila entre 18.000,00 a 21.000,00 Bs/carpa solar que tendrá una vida útil de 15 años solamente requiriendo el cambio de la cubierta cada 5 años.

Según el IBCE 2023, el consumo per cápita de la papa en Bolivia es alrededor de 108 Kg/año, lo que representa aproximadamente 1.3 millones de toneladas de demanda anual de papa. Bolivia produce aproximadamente 1.27 millones de toneladas, importa aproximadamente 16 mil toneladas (principalmente papa conservada), dejando un déficit mayor a 11 mil toneladas que puede estar cubierto por el contrabando.

Desde mediados de 2022, Bolivia ha experimentado la subida de precios de la papa llegando el precio de este producto a oscilar entre 40 Bs/@ hasta 120 Bs/@, triplicando el precio normal. 

A continuación, hacemos un punteo sobre algunas de las causas que han generado la subida de precios en la papa:

a)Eventos climáticos adversos:

Durante la campaña agrícola 2021 – 2022, se ha suscitado diferentes eventos climáticos, inicialmente lluvias torrenciales concentrados en periodos cortos, generando pérdidas por inundación o exceso de humedad impidiendo el desarrollo de raíces de las plantas y, posteriormente, ocurrieron heladas repentinas en etapas cruciales de la producción como el crecimiento y la floración. Por otro lado, también se presentaron sequías prolongadas en algunas zonas durante el ciclo de producción. Los eventos antes mencionados, han repercutido sobre la productividad agrícola y, en particular, en la producción de papa en las tierras altas, teniendo como efecto bajos volúmenes de cosecha. Muchas familias del altiplano de La Paz y Oruro, han reportado pérdidas en sus cultivos relacionado a estos eventos climáticos adversos que superan el 60%, las familias generalmente manifiestan que “solamente han recuperado para semilla y el autoconsumo”, también hubo presencia de plagas y enfermedades que incrementó las pérdidas en la producción.

Por otro parte, algunas familias campesinas que siembran entre 1 a 3 ha de papa, orientan su producción de papa al mercado, se especializan en variedades que generan mejores réditos, adecuándose al mercado que demanda papa dulce y arenosa, como la Huaycha, Imilla Blanca, Desiree y holandesa, pocas variedades, por cierto (variedades comerciales). Estas variedades de papas son menos resistentes a las heladas, a la sequía e inundaciones, en general son menos resilientes, esta especialización esta ocasionado la pérdida de variedades nativas que solían ser mucho más tolerantes a los eventos climáticos adversos, cabe señalar que no solamente el altiplano es proveedor de papa, por lo contrario los principales proveedores de papa en periodos de invierno y primavera a los mercados son los productores de los valles, principalmente de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, estos obtienen hasta tres cosechas por año pero de igual forma están siendo afectados por los eventos climáticos adversos, este año se han registrado heladas, granizadas y hasta nevadas en lugares que no suelen suceder con frecuencia, es una muestra clara del cambio climático y sus efectos.

En la campaña agrícola 2022 – 2023, en el altiplano se han presentado eventos climáticos adversos, la sequía de invierno se ha prolongado hasta mediados de diciembre de 2022, esto ha ocasionado que las siembras se hayan retrasado y muchos cultivos han sido sembrados en terreno seco, desde mediados de diciembre hasta mediados de enero hubo lluvias torrenciales que ayudo a la germinación de los cultivos.  Sin embargo, el 14 de enero de 2023, los cultivos en casi todo el altiplano fueron quemadas por una helada fuerte que arrasó con todos los cultivos que ya habían emergido, posterior a este evento climático, las lluvias ya no fueron continuas, en algunas zonas se han recuperado los cultivos y en otras se han perdido casi la totalidad, desde CIPCA se estima que hubo una pérdida superior al 60% en el altiplano de La Paz, Oruro y Potosí. Sumado a las pérdidas por eventos climáticos adversos, también hay evidencias de una fuerte presencia del Gorgojo de Los Andes, una plaga recurrente en el altiplano que afecta a los cultivos de papa y en general a los tubérculos andinos, lo cual incrementará las mermas en la producción.

Lo descrito anteriormente, nos permite analizar que el 2023 los precios de este producto tenderán a subir nuevamente y probablemente con mayor intensidad. Los efectos de cambio climático, están poniendo en riesgo la seguridad alimentaria nutricional de las familias bolivianas.

b)La subida de precios de insumos químicos para la producción:

Según los productores de papa en los valles y el altiplano, reportan que existe incremento de precios de los insumos para producción agrícola como son los fertilizantes químicos, por su parte el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) hace referencia a que ha existido el incremento de precios por importaciones de 137% respecto a 2021 en América latina, esto puede deberse a los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha repercutido sobre las importaciones. La subida de precios de estos insumos agrícolas también se traduce como incremento en los costos de producción y consecuentemente en el precio del producto, esto se debe a que las familias que orientan su producción de papa principalmente al mercado, utilizan también fertilizantes químicos además del abono orgánico, principalmente, las variedades comerciales requieren el uso de agroquímicos durante la fase de producción que dígase por cierto tienen efectos negativos sobre el medio ambiente y la fertilidad del suelo. Las familias que orientan su producción para el autoconsumo familiar, generalmente cultivan de forma ecológica, la disponibilidad de abonos orgánicos puede haber incrementado en aquellas familias que han cambiado de rubro principal de agrícola a ganadera, debido al alto riesgo de pérdida que representa por el cambio climático, mientras que la ganadería se comporta más resiliente en este contexto.

El Estado Boliviano, en este contexto podía haber cobrado protagonismo proveyendo fertilizantes a bajos precios a los productores que orientan su producción al mercado, por lo contrario, Bolivia ha preferido exportar 313.933 toneladas de urea por un valor de $us 186 millones en 2022 a los países latinoamericanos aprovechando el contexto de las importaciones, sin embargo, ha descuidado al productor boliviano. Por otro lado, la subida de precio de los agroquímicos, puede desincentivar la producción, permitiendo que los productores orienten su especialización a la producción ganadera o hacia actividades no agropecuarias que muestren menor riesgo en los procesos de producción, transformación y comercialización.

c)La migración

Los efectos del cambio climático son cada vez más intensos en el área rural del altiplano, el riesgo y la incertidumbre para la producción agropecuaria se ha incrementado, esta situación desmotiva la producción agrícola y se convierte en menos atractivo para las generaciones jóvenes, quienes en su mayoría están migrando a las ciudades y otros países en busca de oportunidades. Ante la disminución de la fuerza de trabajo, las familias productoras deciden producir tubérculos en espacios pequeños solo para la subsistencia familiar (autoconsumo) o en algunos casos hasta dejan de sembrar papa y pasan directamente de ser proveedores a los mercados a ser consumidores de los mercados, pero por otro lado, existe también la migración temporal que genera una producción de papa sin manejo adecuado, generalmente van a sembrar y retornan a cosechar, esto se traduce en rendimientos bajísimos ya que no se realizan labores culturales y favorece la existencia del Gorgojo de los Andes. Estos factores, a nivel macro aumenta la demanda y reduce la oferta, consecuentemente los precios de la papa en los mercados tienden a subir.

También, cabe señalara que muchas familias rurales productoras de papa, envían parte de su producción para el consumo de los miembros familiares con residencia temporal o permanente en las ciudades o áreas urbanas, a causa de la baja productividad de las cosechas en 2021 esto ha sido reducida a menores volúmenes, ya no son suficientes para la subsistencia y por este hecho se da que estas familias que se abastecían de la producción campesina sin ir al mercado, ahora estas familias acuden a los mercados.

d)Degradación de suelos y baja

La degradación de los suelos productivos se traduce en la baja productividad que repercute sobre los costos de producción y consecuentemente en altos precios. La utilización indiscriminada de abonos sintéticos y la aplicación descontrolada de insecticidas y fungicidas por algunos productores tienen efectos degradantes y nocivos para la salud de la tierra, muchas áreas productivas se están descertificando, su fertilidad ha sido afectada rotundamente. El minifundio, también suma a la degradación de los suelos productivos ya que no permite la rotación de cultivos, el descanso y la recuperación natural de la fertilidad. En 2009, el Instituto Boliviano de Ciencia y Tecnología Nuclear (IBCTN) mediante el Centro De Investigaciones Nucleares (IBTEN), ya arrojaba datos alarmantes respecto a la erosión de los suelos en Bolivia, el La Paz el 32% de los suelos productivos ya estaban erosionadas, en Cochabamba el 46% ya se encontraban erosionadas, al 2023, no se cuenta con datos precisos, sin embargo, claramente estos datos deben haber incrementado por las causas ya mencionadas.

e)Calidad genética de la semilla

Las semillas presentan cansancio, genéticamente también han sido degradadas, presentan virus, bacterias y hongos que afectan en su productividad, desde la semilla ya son portadores. Según el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), manifiesta que la papa desde la semilla ya posee sepas de virus lo cual a través del Centro Biotecnológico de Semilla de Papa en Chachacomani, están realizando la limpieza de estas sepas de virus mediante el uso de la biotecnología, lo cual deberá ser liberado a favor de los productores mediante semilla certificada, este hecho puede aportar a mejorar la productividad. También, cabe destacar que el Estado a través de INIAF, IPDSA y SENASAG, viene impulsando el programa nacional de tubérculos y raíces en todo el país, con un presupuesto aproximado total de 767 millones de bolivianos. Sin embargo, es importante comprender que no es suficiente contar con estos centros de semillas, es importante avanzar con programas estatales y privadas orientadas a la formación, capacitación y asistencia técnica que permita mejorar el manejo adecuado del cultivo y la conservación del material genético a nivel de los productores.

 Consideraciones finales

Para comprender la subida de precios de la papa, no se puede dejar de lado el agio y la especulación, generalmente se dice que el alza de precio de la papa es buena para el agricultor, lo que no es cierto, los que se benefician son los comerciantes, los productores siguen subvencionando la alimentación en las ciudades ya que no se consideran en los costos de producción la mano de obra empleada por los mismos productores. Pero también, el incremento del precio de la papa en 2022 estuvo influido por los conflictos políticos en el Perú por la caída y encarcelamiento del entonces presidente que genero muchas movilizaciones y cierre de carreteras sobre todo en el departamento de Puno, esta situación generó la especulación por parte de los intermediarios, acopiadores y grandes comerciantes, muy pocos productores se benefician de la especulación. También el Perú ha sido afectado por los eventos climáticos y posiblemente disminuya la importación y contrabando de alimentos de este país vecino en el 2023. Hay que considerar que a estas alturas del año los precios de la papa aún se mantienen elevados cuando exactamente entre abril, mayo, junio y julio suele existir mayor oferta y los precios más bajos por la época de cosecha. En 2022 los precios de la papa subieron desde agosto cuando normalmente solían incrementarse entre noviembre y diciembre, en 2023 ya los precios están elevados y se espera que esto incrementará aún más, el incremento de los precios no solo ocurre en la papa, también ocurre con otros productos de la canasta familiar como el arroz, azúcar, fideo, carne y otros, debido a que el cambio climático no sucede solamente en regiones aisladas sino está de forma generalizada.

Los efectos del cambio climático están impactando sobre los sistemas de vida de los productores y, por tanto, repercutiendo en los sistemas alimentarios del país, año tras año la producción agrícola se está tornando más complicada y los riesgos son mayores, va repercutir en la decisión de las familias productoras y muchas ya están optando por cambiar de rubro, algunas pasarán a ser mayormente productores ganaderos y otras pasarán a rubros no agropecuarios, por otro lado, este contexto adverso también puede motivar a la migración tanto urbana como rural, estamos en un momento clave y crítico, clave para tomar acciones oportunas y crítico por la crisis alimentaria no solo de Bolivia sino también de los países a nivel mundial. Los efectos del cambio climático han afectado la producción en el vecino país de Perú, el precio de la papa también se incrementó, ello desmotiva la importación y contrabando a Bolivia.  Para 2023 según el portal ARGENPAPA, en Perú, manifiesta que existiría un descenso de la producción de papa de hasta el 12.5%, lo cual tendría también efectos en Bolivia.

Para la campaña agrícola 2022 – 2023, la situación aún parece ser más preocupante. Han estado sucediendo eventos climáticos extremos en el mundo y en todo el país como el huracán IAN, lluvia acompañada de granizo en Santa Cruz (26 de septiembre en Doble vía La Guardia, La Guardia y El Torno), sequía severa en el Chaco (mortandad extrema de ganado), fuertes heladas en los valles de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, las heladas han continuado hasta diciembre de 2022 y volvieron en enero de 2023, se presentaron heladas y sequías en marzo, las lluvias no fueron suficientes para los cultivos y tampoco para el consumo animal. La productividad fue reducida considerablemente y pone en riesgo la seguridad alimentaria.

Esto, solo puede ser el inicio de una catástrofe mundial alimentaria que puede llegar más temprano que tarde, debemos prepararnos para lo que viene, sumarse a la adaptación y la producción sostenible, para ello estamos llamados todos a utilizar y aprovechar de forma sostenible los recursos naturales.

Es urgente que las distintas instancias del Estado impulsen políticas públicas y acciones concretas para fortalecer la producción agropecuaria de base indígena campesina, que está siendo azotada, cada vez con mayor intensidad, por los efectos del cambio climático. Además, a ello se suma, la erosión de los recursos naturales (suelos, agua y biodiversidad) y el escaso apoyo con políticas públicas desde los distintos niveles del Estado. Lamentablemente, los productores rurales que aportan a la soberanía y seguridad alimentaria se encuentran en una situación crítica, sino se toman medidas inmediatas podemos enfrentar una crisis alimentaria y depender cada vez mas de la importación y contrabando de alimentos de países vecinos. Es importante implementar acciones orientadas a la mitigación y principalmente a la adaptación ante el cambio climático. Desde CIPCA se está impulsando acciones orientadas a la siembra y cosecha de agua de lluvia, riego tecnificado, protección de bofedales la forestación y reforestación, recuperación de suelos, recuperación de variedades nativas, dotación de tecnología adecuada y asistencia técnica para el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.


*Orlando Ticona Flores, es de profesión Ingeniero en Producción y Comercialización Agropecuaria de la Universidad Mayor de San Andrés, responsable de la Unidad de Desarrollo Territorial de CIPCA Regional Altiplano, Experto en agricultura sostenible y Emprendedor agroecológico impulsando “La Granja Chonchocoreña”*.

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