
Autor: Vladimir Paniagua - CIPCA Regional Cochabamba
Fecha: 01/10/2025
En Bolivia, la agricultura familiar campesina (AFC) es la columna vertebral de la seguridad alimentaria. No obstante, este sector estratégico vive atrapado en una paradoja: alimenta al país, pero lo hace en condiciones precarias. Sus fortalezas son innegables; pero sus debilidades amenazan con romper el tejido social y productivo que sostiene la mesa de las familias bolivianas.
La AFC enfrenta desafíos estructurales profundos, como el creciente encarecimiento de insumos, restricciones en el acceso a crédito productivo bajo condiciones justas y la ausencia de programas efectivos de transformación y comercialización que permitan capturar mayor valor agregado. A ello se suman limitaciones en los sistemas de producción: por ejemplo, solo el 1% de los pequeños agricultores utiliza semilla certificada de papa, lo que reduce significativamente los rendimientos.
Asimismo, la superficie cultivada con alimentos tradicionales está disminuyendo, mientras aumenta la dependencia de importaciones y contrabando de alimentos desde países vecinos.
Los rendimientos promedio siguen siendo bajos en comparación con estándares internacionales, debido a la carencia de asistencia técnica, escaso acceso a tecnologías apropiadas, limitada cobertura de servicios de extensión rural y asistencia financiera. Por consiguiente, los efectos crecientes del cambio climático —heladas, sequías prolongadas, variabilidad climática e inundaciones— ponen en riesgo la producción y generan pérdidas recurrentes para las familias campesinas.
Además, en los costos de producción no se incorpora el valor de la mano de obra familiar, distorsionando el cálculo de rentabilidad. Es decir, el trabajo de mujeres, hombres y jóvenes queda invisibilizado, y los precios no reflejan el valor social, ambiental, económico y la contribución a la salud pública de este sector, mientras los márgenes de ganancia se concentran en intermediarios.
La mayoría de los productores vende en bruto, sin poder transformar ni agregar valor a lo que produce, generando menos ingresos y más dependencia de intermediarios. Igualmente, los centros de acopio son escasos, los canales de comercialización justos son limitados y la innovación tecnológica llega tarde. Sin políticas de fomento a la transformación, la AFC seguirá atrapada en el ciclo de producir y vender barato.
Pese a las dificultades estructurales por las que atraviesa la AFC, se deben destacar las oportunidades estratégicas ofrecidas por el sector para los sistemas alimentarios sostenibles, la nutrición y la dinamización de las economías locales. Una proporción interesante de la producción de la AFC es realizada bajo principios agroecológicos (más del 50% en promedio en las diferentes regiones); asimismo, la variedad de alimentos ofrecidos por el sector contribuye a dietas diversas, nutritivas y saludables y; las prácticas sostenibles de producción mantienen las funciones ecológicas en equilibrio.
Un dato no menos importante es que la AFC sostiene millones de empleos directos e indirectos, constituyéndose en el principal sostén económico de las familias indígena originario campesinas. Sin embargo, la mayoría desarrolla estrategias de pluriactividad —combinando agricultura con migración temporal, comercio, transporte u otros oficios— para garantizar su supervivencia. Esto refleja tanto su capacidad de resiliencia como la fragilidad estructural del sector, que aún carece de políticas públicas diferenciadas y sostenidas que reconozcan su rol estratégico en la seguridad alimentaria y en la economía nacional.
De acuerdo al estudio de Ingresos Familiares Anuales realizado por CIPCA en 2022, las actividades agropecuarias representan el 80% de los ingresos de las familias indígena originario campesinas. En sus parcelas se producen al menos 39 variedades que aportan la mayor parte de la producción de alimentos, y de ella alrededor del 25% se realiza bajo principios agroecológicos, incrementando los beneficios para la salud de la población en su conjunto.
Adicionalmente, es importante destacar que, en medio de la crisis social, política y económica —manifestada por la escasez de combustibles y divisas, inflación descontrolada y constantes bloqueos de caminos—, la economía campesina continúa abasteciendo el mercado de alimentos con menores precios respecto a los productos de la agricultura empresarial. Mientras el precio de productos de la cadena agroindustrial como arroz, aceite o fideo se incrementó de enero de 2018 a mayo de 2025 en un promedio del 50.7%, los productos de la AFC —cuyos precios son estacionales según la época— han registrado un incremento promedio del 18.6%. Esto representa un “control invisible” del mercado que no proviene de políticas públicas, sino del esfuerzo silencioso de familias campesinas que se negaron a dejar a la población sin alimento.
Visite el gráfico interactivo
Queda evidenciado que la AFC es resiliente, pero no puede resistir sola. Por lo tanto, si se debilita, no será solo una pérdida sólo para los pueblos indígena originario campesinos: será un golpe directo a la mesa de cada boliviano. No actuar ahora sería hipotecar el futuro alimentario del país, lo que subraya la necesidad de una agenda constructiva desde perspectivas multisectoriales para su real valorización.
CIPCA Notas
Alimentando Bolivia: El poder nutricional de la agricultura familiar
CIPCA Notas
Agricultura familiar en Bolivia: Resiliencia y propuestas desde lo local
CIPCA Notas
Mujeres, resistencia y agroecología
CIPCA Notas
Las NPIOC y el bicentenario
CIPCA Notas
Área protegida afectada por actividades ilegales: La Reserva Manuripi y los intereses ligados a la minería.
CIPCA Notas
Género y Cambio Climático: Un aporte de mujeres indígenas chiquitanas a la Gobernanza Ambiental Territorial
Por una Bolivia democrática, equitativa e intercultural.
Desafío 1
Organizaciones indígena originaria campesinas democráticas, autogestionarias e interculturales con ejercicio efectivo de derechos
Desafío 2
Desarrollo rural sostenible con enfoque territorial y agroecológico
Desafío 3
Territorios Indígena originario Campesinos con gobernanza ambiental y resiliencia
Desafío 4
Institución con capacidad de propuesta e incidencia sobre desarrollo sostenible