Asociación de Recolectores Productores y Transformadores de Frutos amazónicos Trinchera (Arptfat). Miembros de FEDAFAP
Autor: Armin Escobar Torrez, Ingeniero Industrial CIPCA Norte Amazónico
Fecha: 17/06/2020
Seguramente muchos sabemos de alguien que llama mantequilla a la margarina, la consume como tal, y en ningún momento se percata que aquel producto es grasa vegetal y no tiene relación con la leche, producto base de la mantequilla. Pues bien, este caso como muchos otros tiene origen en el desconocimiento sobre los aspectos técnicos inherentes a un determinado producto. En el mercado podemos encontrar un sinfín de productos transformados de bajo costo con un aspecto determinado y utilizando una denominación de venta “falsa” o inapropiada; aparentemente los fabricantes no incurren en ninguna falta, ya que ponen en “letra chica” los ingredientes o composición del producto, pero sin duda también aprovechan las habilidades del vendedor y la poca agudeza del consumidor.
En Bolivia el ente regulador del expendio de alimentos procesados es el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG), entidad desconcentrada del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), que tiene como una de sus tareas certificar la inocuidad de los productos alimenticios ofertados, en el caso de los frutos amazónicos, es donde radica el problema, debido a que no existen muchas referencias nacionales oficiales, es decir, la mayoría de los recursos bibliográficos que instancias como SENASAG utiliza provienen de países panamazónicos como Brasil, Perú o Colombia.
La investigación del CIPCA referida a los Ingresos Familiares Anuales (IFA) de campesinos e indígenas de Bolivia demuestra que en el Norte Amazónico de Bolivia hay gran potencial para generar recursos económicos a partir de productos como la castaña, el cacao y el asaí, develando la vocación productiva de las familias en el área rural, pero también desnudando la alta dependencia económica en función a estos rubros.
Se hace indudable el predominio que tiene la castaña sobre la economía local marcando metas anuales de 25.000,00 toneladas de producción que significan aproximadamente 200 millones de dólares en exportaciones, constituyendo casi el 80% de la economía local, y a nivel nacional representa alrededor del 2,5% de las exportaciones anuales. Más allá de estas cifras es importante notar que cuando un producto pesa por su importancia y dependencia económica genera también estudios, investigaciones, normativas y bastantes recursos intelectuales de análisis. Para el caso de la castaña es de dominio público la Norma Boliviana NB 320013:2010, que sirve de referencia oficial para todos los actores de la cadena productiva de la castaña.
Respecto al cacao podríamos afirmar que también tiene bastante recorrido, además, su presencia en distintas regiones de Bolivia y un constante crecimiento del mercado externo le ha permitido ser un rubro estratégico, incluso para el gobierno, puesto que por décadas ha venido generando planes y programas que han posibilitado contar con información en torno a este importante producto. Sin embargo, su importancia cala también desde lo económico, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) dan cuenta de que en el 2019 las exportaciones de cacao y derivados fueron de US$ 2,36 millones (526 ton) y de US$ 464 mil (80 ton) hasta marzo del presente año. Para el caso del cacao se cuenta con la Norma Boliviana NB 326002:2008, la misma que tuvo varias versiones y que es una herramienta oficial para actores involucrados en la cadena productiva, pero más aún para entes reguladores como SENASAG y laboratorios que se dedican al análisis de parámetros microbiológicos y fisicoquímicos.
Otro de los productos con alta importancia a nivel local es el asaí, cuya cifra referencial para la Federación Asaiseros de Pando (FEDAFAP) muestra un movimiento de 3.2 millones de bolivianos al año solo por la venta de pulpa de asaí. Ahora bien, comparándolo económicamente parecería que solo llega al 0,23% de lo que genera el rubro castañero y resultaría ser ínfimo. Sin embargo, es preciso señalar que los ingresos reportados año tras año por concepto de exportación de castaña quedan en un gran porcentaje en manos del sector privado, tomando en cuenta que son ellos los que benefician el producto y realizan las inversiones para su exportación. En cambio, el asaí muestra grandes logros en muy poco tiempo, sin tener relaciones de dependencia del campesinado hacia privados, y con una cadena productiva que permite al emprendedor rural poder emplazarla en todos sus eslabones (desde la recolección, trasformación primaria y comercialización) y que sin necesidad de terceros, se perfiló como una alternativa real para completar el calendario productivo de la región.
Al ser el asaí un rubro que está en pleno surgimiento goza de algunos estudios e investigaciones, fruto del esfuerzo de instituciones de la sociedad civil y la academia, pero que aún no son suficientes desde el punto de vista local, es decir, la mayoría de las referencias son brasileras donde tratan el asaí de la especie Euterpe oleracea, una especie distinta al asaí boliviano (Euterpe precatoria ), y por ello se ha hecho imprescindible trabajar en un documento de connotación oficial, vinculante donde confluyan instituciones como IBNORCA, SENASAG, CIPCA, WWF, ACEAA y la FEDAFAP, entre otros.
Durante la gestión 2019 hasta junio de 2020, en el marco de las acciones conjuntas con la Plataforma Interinstitucional de Articulación de Complejos Productivos de Frutos Amazónicos (PICFA) del departamento de Pando, CIPCA en su calidad de miembro de la mesa técnica, fue parte del Comité de Conservas Vegetales del Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (IBNORCA), aportando técnicamente lineamientos y descripciones para desarrollar un esquema de norma, que en pasados días logró pasar a una etapa de anteproyecto de norma y actualmente se encuentra en consulta pública. Este trabajo que espera la reacción de todos los involucrados en la cadena productiva de pulpa de asaí; empresarios, consumidores, transformadores, comunidad científica e intelectual además de los campesinos productores y transformadores, podrá obtener el grado de norma oficial luego de observaciones técnicas, no obstante, se considera que este proceso finalizará antes de fin del presente año. El anteproyecto referido a Pulpa de Asaí es el ANB 36009 “Pulpa de Asaí – Requisitos”, disponible en el portal de internet de IBNORCA: https://www.ibnorca.org/sites/default/files/inline-files/pon_2020.pdf
Por una Bolivia democrática, equitativa e intercultural.