Municipio el Puente, Comunidad Cachuela, establecimiento de agricultura no familiar o extensiva, monoproductora de Soya.
Autor: José Marcelo Arandia Alarcón
Fecha: 30/08/2024
1. Contexto y antecedentes
Se instauró una narrativa sobre la necesidad de aprobar la aplicación de biotecnología para aumentar el rendimiento de la producción de granos fundamentalmente oleaginosas, bajo el “eslogan comunicacional” que la agricultura (extensiva y mono productora), desempeña un papel crucial en la seguridad alimentaria y la economía del país, posicionamiento que surge dado el contexto de crisis económica y escasez de dólares en el país. En ese contexto, es importante transparentar al aporte de la Agricultura Familiar respecto al abastecimiento de alimentos y la seguridad alimentaria nacional, versus el planteamiento de sectores agroindustriales, como la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO), además de algunos productores campesinos interculturales.
El Cuaderno de Investigación 91 del CIPCA, Contribución de la agricultura familiar campesina indígena a la producción y consumo de alimentos en Bolivia (Wanderley & Tito, 2021), demuestra que la Agricultura Familiar se constituye en un pilar fundamental para la seguridad y soberanía alimentaria en nuestro país. Las “Unidades de Producción de Agricultura Familiar” (UPA) frente a las “Unidades de Producción de Agricultura No Familiar”, en las diferentes macrorregiones del país, presentan el siguiente comportamiento y aportes de la Agricultura Familiar (AF):
•Con base en los datos de la Encuesta Agropecuaria (EA- 2015), el 96 % de las Unidades de Producción Agropecuaria (UPA), son de carácter familiar y solo 4 %, corresponden a la tipología No Familiar.
•Respecto a la distribución del total de UPA en el país, se observa que: el 51,33 % se concentra en los Valles; 22,5 % en el Altiplano; 18,68 % en los Llanos tropicales; 6,03 % en el Gran Chaco y 1,47 % en la Amazonia.
•La AF es la principal generadora de empleo, absorbe el 95 % del total de la mano de obra agrícola (familiar y externa), mientras la no familiar emplea al 5 % de los trabajadores del sector agrícola a nivel nacional; la Agricultura Familiar emplea al 98 % de la mano de obra familiar y al 91 % de la contratada. La No Familiar emplea al 2 % de la mano de obra familiar y al 9 % de la contratada.
•El aporte de la AF por el lado de la oferta; corresponde al 61 % del volumen total de la producción nacional, mientras que el 39 % proviene de la Agricultura No Familiar.
•El destino principal de la producción de la AF es la venta en el mercado interno (68 %), seguido de la transformación (11 %), el autoconsumo (10 %), consumo animal y semilla (7 %) y venta al exterior (1 %).
Predio ganadero erosionado por sobrecarga animal. municipio de San Ignacio de Velasco
Sin embargo, en nuestro país se viene estimulado un modelo de desarrollo basado en el extractivismo y “uso intensivo de los recursos naturales”, mediante la implementación de procesos productivos escasamente diversificado, proveedor de materias primas y escasa generación de valor agregado, típico de las economías extractivas o enclaves, además de generar negativos impactos ambientales y sociales en los espacios territoriales donde se reproducen.
La Agricultura No Familiar, sustentada por la implementación de actividades agroextractivas o agroindustriales, destinadas mayoritariamente para la exportación, en las últimas décadas, experimenta un crecimiento exponencial, invadiendo nuevas áreas mediante el avance de la frontera agrícola, incluso áreas bajo régimen de protección, como territorios indígenas, áreas protegidas o reservas forestales. Esta modalidad de agricultura se concentra principalmente en el departamento de Santa Cruz.; Entre los años 2004 y 2019, incorporó a su superficie cultivada alrededor de 1,2 millones de has adicionales, a un promedio de 85 mil has por año (Ormachea, 2021), para el cultivo de rubros oleaginosos (soya, girasol, sorgo, maíz, trigo y chía), esta expansión reduce significativamente superficies de bosque primario e incrementa la degradación de los suelos.
Durante la gestión 2019 la soya remplazó 71.000 has de bosque (Schneider, M., et al, 2021), al menos 4% del área destinada por el PLUS para uso forestal ha sido ocupada por ese cultivo y 16% de la superficie clasificada para uso restringido también ha sido tomada (1) (UNIR, 2024). Las áreas de mayor producción de soya (80%) se concentran en los municipios San José de Chiquitos, Pailón, San Ignacio de Velasco y Cuatro Cañadas, que ocasionó el 95% de la deforestación ocurrida para el año 2021(2).
Es importante puntualizar que la tasa de deforestación para la implementación de este cultivo en el país es altamente elevada durante el año 2021 se deforestaron 31,8 has por cada mil toneladas de soya producida, siete veces más que el índice que utiliza Brasil, cuyo volumen de deforestación es de 4,6 has para producir esa misma cantidad (Trase, 2023).
La participación agrícola en el PIB departamental es de aproximadamente el 20%; durante el año 2000, la Agricultura No Familiar o agricultura industrial, creció a un ritmo anual promedio del 5%, alcanzando mayor dinamismo a partir del 2013, producto del incentivo y apoyo gubernamental en la dinamización de algunos eslabones dentro de esta cadena productiva. Sin embargo, la agricultura cruceña se enfrenta a desafíos inaplazables que merecen mayor atención, fundamentalmente en acciones relacionados a mejorar la sostenibilidad en términos económicos y ambientales.
Producción de caña de azúcar, municipio de Minero
2. ¿Cuáles son los factores determinantes para mejorar la productividad agrícola en Bolivia?
Desde el CIPCA, vemos necesario profundizar el análisis técnico sobre la verdadera agenda productiva que necesita el ámbito rural del país, dada la diversidad de actores intervinientes (empresarios agropecuarios, campesinos, indígenas y otros) respecto a la necesidad de construir una estrategia consensuada que permita dinamizar y proyectar sostenible y competitivamente a la actividad agrícola en el país, considerando las diferentes demandas y según las diversas tipologías de productores que existen en el país.
Institucionalmente, consideramos que los cultivos transgénicos no contribuirán a resolver la crisis económica del país, ni tampoco generarán mejoras en los rendimientos productivos como afirman los gremios que impulsan esta petición al gobierno nacional.
La agricultura boliviana adolece de otros problemas estructurales, que están relacionados con la degradación de los suelos, falta de agua e insuficientes sistemas de riego y los procesos de deforestación acelerada, los mismos no serán solucionados con la implementación de cultivos transgénicos, sino más al contrario, en el corto plazo, tienden a agudizarse especialmente en las dimensiones ambientales, económicas y de salud pública en las áreas productivas bajo esta modalidad.
La posible aprobación en el territorio boliviano de los eventos transgénicos (soya HB4, soya Intacta RR+Bt, trigo HB4 y maíz Bt), constituyen una amenaza a la diversificación productiva, dado el carácter mono productor de esta modalidad de agricultura; limita la soberanía alimentaria, por la dependencia de semillas, insumos y maquinarias, como parte del paquete tecnológico, que afecta directamente a los agricultores y productores locales.
La aplicación de cultivos transgénicos, en el contexto actual, está orientado principalmente a la reducción de los costos de producción, mediante el uso herbicidas tóxicos, como el glufosinato de amonio, un producto químico más nocivo que el glifosato, constituyéndose este hecho, en un riesgo significativo para la salud pública y el medio ambiente.
Implementación de Sistema de Riego Tecnificado, comunidad de San Martín, municipio de San Ignacio de Velasco
Desde el CIPCA Regional Santa Cruz(3) , trabajamos en la implementación de sistemas productivos sostenibles y diversificados, conforme a nuestra Propuesta Económica Productiva (PEP), que permita efectivizar una verdadera articulación entre la economía comunitaria y el pluralismo económico territorial, proyectando no solo una efectiva transformación productiva desde una transición ecológica, si no, que se apuesta a la construcción de un nuevo paradigma de desarrollo, más inclusivo, intercultural y resiliente, propiciando un desarrollo resiliente con enfoque territorial y agroecológico en los territorios de intervención institucional (CIPCA, 2023).
Desde nuestras evidencias productivas afirmamos que la “agricultura familiar y la agricultura a pequeña escala”, aporta sustancialmente en la diversificación productiva(4), genera la producción variada de alimentos, con un alto valor nutricional, contribuyendo de esta manera a la seguridad y soberanía alimentaria de las familias rurales. Estas iniciativas productivas implementadas, fortalecen el desarrollo de circuitos cortos de comercialización de productos agropecuarios, aportando a la generación de empleo, la reducción de pobreza y el fortalecimiento iniciativas productivas diversificadas con gestión integral de sus recursos naturales.
Finalmente haciendo un análisis comparado (entre la Agricultura Familiar y la Agricultura No Familiar) dado el contexto actual en torno a la necesidad sobre el uso de cultivos transgénicos, se hace necesario mejorar el monitoreo sobre los alcances, logros y limitaciones de las políticas y programas desarrollados para el sector agrícola (familiar – agroindustrial), identificando claramente las necesidades reales, que tienen los diferentes actores productivos, con el objeto de solucionar los verdaderos problemas estructurales por los que atraviesa actualmente agricultura boliviana.
3. Aportes y recomendaciones
Con base en el peso específico de la Agricultura Familiar campesina e indígena –en comparación con la Agricultura No Familiar– respecto a la producción de alimentos agrícolas y el consumo de la población boliviana desde la oferta de alimentos, es necesario rediseñar estrategias de apoyo tecnológico, inversión y fomento según los sistemas de producción agrícola; rediseñando el rol de acompañamiento técnico e inversión estatal efectiva, que permita un desarrollo como sectores y profundizar el cumplimiento de la normativa nacional vinculada con el uso y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.
Es necesario implementar políticas públicas, previa reflexión y consenso sobre la necesidad de reorientar los incentivos y apoyos estatales actuales, estableciendo condiciones y criterios basados en objetivos socioeconómicos y ambientales, según las necesidades estratégicas por tipo de productor, en cuanto a tecnologías, inversión productiva, acceso a mercados y reconocimiento al cumplimiento de los servicios ambientales, por el manejo y conservación de sus RRNN.
El Estado debe impulsar iniciativas integrales de desarrollo territorial, como premisa de un proceso orientado a la transformación social, económica, cultural, productiva e institucional de estos espacios, mediante la construcción de visiones de desarrollo donde el acceso, control y gestión de los recursos naturales, se debe encarar de manera consensuada con todos los actores, tanto públicos como privados, con presencia en estos espacios rurales.
Cítricos en Sistemas Agroforestales, comunidad San Martín, Municipio de San Ignacio de Velasco
Se requiere impulsar programas de formación para los agricultores, sobre prácticas agrícolas sostenibles, por ejemplo, en el manejo de fuego y metodologías de predios sin quema, facilitando el acceso a tecnologías limpias, promoviendo el enfoque de la agroecología, el cual no solo contribuye al bienestar ambiental, sino también permite mejorar el acceso de los agricultores familiares a recursos productivos, tales como la tierra y el agua, y les brinda mayores oportunidades para comercializar sus productos en diferentes mercados.
Es imperativo implementar políticas públicas orientadas a superar problemas estructurales de la agricultura del país, que básicamente están relacionadas con la degradación de los suelos y los procesos acelerados de deforestación, que indudablemente no se resolverán con el uso de biotecnología mediante los cultivos genéticamente modificados (transgénicos), es necesario fortalecer cadenas de valor agroecológicas, resaltando el rol de la agricultura familiar en este contexto promoviendo la generación de empleo y asegurando un acceso más justo y equitativo a los recursos y oportunidades necesarios, en el actual contexto agrícola.
Frente a la posibilidad de aprobación de nuevos eventos transgénicos, es necesario profundizar y establecer un conjunto de normas que regulen los organismos genéticamente modificados, trabajar en una regulación que permita establecer salva guardas (jurídicas, técnicas, ambientales) en dicha normativa, con el objetivo establecer un efectivo control social a la implementación de estas tecnologías, por parte de los actores productivos con presencia en el área rural del país.
Notas
(1) Memoria: Foro Santa Cruz. Repensar el modelo de desarrollo cruceño. 2023.
(2) Brújula Digital, 28 de agosto de 2023.
(3) Cobertura institucional: Municipio de Urubichá; El Puente y Ascensión de Guarayo, en la Provincia.
(4) Guarayos; Municipio de Concepción; en la Provincia Ñuflo de Chávez y Municipio de San Ignacio de Velazco; en la Provincia José Miguel de Velazco.Rubros productivos diversificados implementados por CIPCA Regional Santa Cruz: Sistema Agroforestales: Maíz, Yuca, Arroz, Camote, Caña, Cebolla, Chía, Frejol, Maní, Lechuga, Pepino, Pimentón, Remolacha, Tomate, Zanahoria, Zapallo; Plátano; Mandarina, Palta, Piña, Sandía, Papaya, Tamarindo, Toronja, Uva, Guineo; Café; Naranja, Fruy, Limón sutil, Limón Taitu, Mandarina japonesa, Grey Rosada, Achachairú, Maracuyá, Pacay, Chirimoya, Carambola, Guanábana. Forraje: Pasto de corte (Taiwán morado); Caña forrajera; Moringa; Sorgo. Recolección: Cusi, Asaí, Copaibo, Copoazú, Pitón, Cacao, Almendra Chiquitana, Hojas de Motacú.
Bibliografía
- CIPCA. (2023). Propuesta Económica Productiva. Santa Cruz: Documento interno.
- Cruz, C. R. (2023). Propuesta Económica Productiva. Santa Cruz: Documento interno.
- Tierra, F. (15 de Agosto de 2024). Los cultivos genéticamente modificados no contribuirán a resolver la crisis económica de Bolivia. Obtenido de https://ftierra.org/
- UNIR, F. (2024). La Casa despojada. Conflictividad ambiental en Bolivia. La Paz: Fundación UNIR.
- Wanderley, F., & Tito, C. (2021). CONTRIBUCIÓN DE LA AGRICULTURA. La Paz: Cuaderno de Investigación 91 CIPCA.
- Trase. (2023). Mapa de la cadena de suministro SEI-PCS Bolivia soy v1.0: Fuentes de datos y métodos.
- Trase. https://doi.org/10.48650/ZE4Z-RJ46
- Schneider, M., Goldman, L. Weisse, M., Amaral, L. & Calado, L. (2021, 3 de diciembre). The commodity report: Soy production’s impact on forests in South America. Global Forest Watch.
Por una Bolivia democrática, equitativa e intercultural.