CIPCA Notas

Amparo Carvajal

Autor: Xavier Albó (*)
Fecha: 18/07/2016

Amparo nació en 1939 en Riaño (León, España) en una familia con 13 hermanos, de los que nueve siguen vivos. Llegó a Bolivia el 1 de noviembre de 1971, siendo mercedaria de Bérritz y aquí se ha quedado hasta ahora. Nueve años después, en marzo de 1980, dejó la congregación aunque muchos le siguen diciendo “madrecita”. Ese mismo año las pocas mercedarias que seguían en el país decidieron irse de Bolivia. Pero ella sigue aquí, dedicada a una lucha coherente a favor de los derechos humanos, sea cual fuere el gobierno de turno, militar o civil, de derecha o de izquierda.

La principal residencia de las religiosas de Bérritz era una casita en un extremo del ahora Seminario, en la calle Armentia. Allí vivía también Ana María Ajuria, brazo izquierdo de Gregorio Iriarte. Hasta que un cáncer nos la quitó. Amparo aterrizó finalmente en el edificio San Antonio, en Sopocachi, donde tenemos muchas reuniones y cenas, pues Amparo es además una gran cocinera.

El año 1974 fue una de las cofundadoras de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), que reemplazó a la Comisión Episcopal de Justicia y Paz, dependiente de la Iglesia Católica, desmantelada por la dictadura del general Hugo Banzer, irritado por la publicación de La masacre del Valle, sufrida en enero del mismo año, expulsando a los editores PP. Eric de Wasseige y Jorge Wavreille. La APDHB es ecuménica y, por ello, más libre de control episcopal.

En su casa comía con frecuencia el “invisible” Eric de Wasseige, quien, cuando pudo, retornó de su exilio forzoso en Perú, hasta que el Viernes Santo de 2010 nos lo arrebató un infarto súbito. En esa fecha la liturgia prohíbe misa para concentrarse en el sacrificio del propio Cristo. Pese a ello, el sacerdote Jorge y yo celebramos su funeral, que Amparo nos pidió acabar con un canto a María.

En la última década, Amparo ha tenido que enfrentar una situación delicada por la división de la APDHB, división iniciada cuando Sacha Llorenti era su director ejecutivo, años antes de la época Evo, pero que con el MAS se ha endurecido. Hace pocos días Amparo ha sido nombrada de nuevo presidenta de la APDHB, en un complicado congreso en Cochabamba, de momento sin otro grupo paralelo. Es bastante común en todas partes que las organizaciones de derechos humanos se manejen con mayor soltura frente a un claro enemigo (por ejemplo una dictadura militar) que cuando los abusos vienen de un gobierno democrático.

En Villa Pasankeri, Amparo montó el colegio de Fe y Alegría Luis Espinal. Al lado hay un centro comunal, El Carmen, filial de la sede principal al final de la calle Buenos Aires, donde en años de dictaduras se reunían o refugiaban, bajo el amparo de Amparo, perseguidos políticos de todo color y condición. Uno de ellos fue el sacerdote Roy Bourgeois, quien después fue apresado varias veces en su patria, Estados Unidos, por su capacidad de pensar libremente. Su más notoria “fechoría” fue entrar en la School of the Americas (Escuela de la Américas), fábrica de dictadores militares, vestidos de militar, y colocar en uno de los árboles más altos una cinta continua con frases de la homilía final del obispo Óscar Arnulfo Romero, como “les pido, les mando, no disparar contra el pueblo”. Frases probablemente aceleraron el asesinato de Romero en plena misa, mientras, a miles de kilómetros en La Paz, estábamos retornando del entierro de Luis Espinal. Tardaron horas en ubicar y acallar el potente altoparlante con esa voz profética dentro de la misma School. A Roy le costó varios años de cárcel. Romero ha sido ya beatificado hace poco por el papa Francisco.

Amparo es un buen ejemplo del dicho: “en el frasquito chico se guarda el mejor licor” (o mermelada, veneno, etc.). Petisa, inquieta y ahora cojita, sigue siendo una luchadora gigante. Por ejemplo, el domingo 10 me la encontré con los discapacitados, cuyo futuro sigue incierto.

 

(*) Xavier Albó es antropólogo, lingüista y jesuita.


Artículo publicado el domingo 17 de julio de 2016 en La Razón.

 

Otros CIPCA Notas:

Plan Estratégico 2022 - 2027

Por una Bolivia democrática, equitativa e intercultural.

  • Organizaciones indígena originaria campesinas democráticas, autogestionarias e interculturales con ejercicio efectivo de derechos Desafío 1 Organizaciones indígena originaria campesinas democráticas, autogestionarias e interculturales con ejercicio efectivo de derechos Leer más
  • Desarrollo rural sostenible con enfoque territorial y agroecológico Desafío 2 Desarrollo rural sostenible con enfoque territorial y agroecológico Leer más
  • Territorios Indígena originario Campesinos con gobernanza ambiental y resiliencia Desafío 3 Territorios Indígena originario Campesinos con gobernanza ambiental y resiliencia Leer más
  • Institución con capacidad de propuesta e incidencia sobre desarrollo sostenible Desafío 4 Institución con capacidad de propuesta e incidencia sobre desarrollo sostenible Leer más

Enlaces que te pueden interesar: