En conmemoración de los 50 años de vida institucional, el día 11 de agosto de los corrientes, en instalaciones de la casa de cultura de la gobernación de Cochabamba, se desarrolló la feria de la agricultura familiar; por el derecho a la alimentación y la seguridad alimentaria.
Participaron del evento autoridades municipales, departamentales, líderes, dirigentes y productores de los municipios de Pojo, Anzaldo, Mizque, Vila Vila, Arbieto, Torotoro y Acacio; la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Cochabamba (FSUTCC), la Coordinadora Regional del Cono Sur de Cochabamba (CORECOSUR); el Centro de Excelencia e investigación (AGRUCO), el Instituto de Investigaciones en Ciencias Sociales (INCISO) de la Universidad Mayor de San Simón y la Secretaría de Desarrollo productivo y economía plural del Gobierno Autónomo Departamental de Cochabamba. Y entre las instituciones amigas destacaron Agroecología y Fe, Coordinadora de Integración Regional Cochabamba (CIOEC), Fundación AGERCOL Andes, Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático, la Red PIO XII y k’anchay. Todos los que participaron eran y son nuestros entrañables compañeros, nuestros aliados incondicionales, porque juntos continuaremos construyendo procesos fundamentados en la democracia, el respeto de los derechos y el desarrollo rural sostenible.
Carmen Beatriz Ruiz, Presidenta del Directorio de CIPCA, en su intervención de conmemoración de los 50 años, subrayó que es fundamental avanzar hacia el futuro, sin perder de vista el pasado. Señaló que las proyecciones institucionales, producto de las lecciones aprendidas, deben estar enmarcadas en: i) promocionar una real y auténtica participación de todos los actores, vinculados con la mejora de sus condiciones productivas y de vida; ii) experimentar junto a las organizaciones, la población y las autoridades, enfoques y propuestas sostenibles; iii) no disociar los procesos de producción y comercialización, ambos deben estar firmemente vinculados, y iv) profundizar y fortalecer organizaciones sólidas, transparentes y democráticas para lograr resultados, y ampliar circuitos económicos, sociales y políticos.
Del mismo modo, nos honró con su presencia, uno de los fundadores de CIPCA, el queridísimo Xavier Albó; quien resaltó que el paisaje y esencia de Bolivia, está inscrito en el logo institucional, así como la emergencia étnica que ha despertado la conciencia indígena, lo multiétnico y lo pluricultural. Recordó a Claudio Pou, quien fuera el autor del nombre: Centro de Investigación y Promoción del Campesinado CIPCA. Igual de grata fue la presencia del padre jesuita Marcos Recolons, actual Secretario del Directorio y ex Director General de CIPCA, y de las regionales La Paz y Cordillera. Marcos resaltó que la institución surgió para ayudar a “buscar y encontrar los caminos más eficaces de la población campesina de Bolivia”. Manifestó su emoción con la vigencia del compromiso de CIPCA con el desarrollo del campesino, con su promoción, y que los campesinos e indígenas de Bolivia sean los actores de su propia promoción, y del puesto que les corresponde en la sociedad boliviana, dada su riqueza cultural, económica y política para su desarrollo e integración en el país”. A pesar de los avances, este desafío es tan actual como hace 50 años.
No podríamos haber disfrutado de este espacio de confraternización e intercambio, si una tarde de aquel octubre de 1970, nuestro querido Xavier Albó junto a Luís Alegre y Francisco Javier, no habrían tomado el desafío de crear CIPCA. Gracias a esa decisión, como una más de muchas de las acciones de la Iglesia Católica, y particularmente de la Compañía de Jesús, hoy celebramos 50 años en el aprender a hacer, el sentir, el pensar y el servir, desde el discernimiento que afianza nuestra misión institucional. Ratificamos nuestro trabajo e inspiración para con (i) la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, originarios campesinos, (ii) la democracia y (iii) la generación de nuevos enfoques de desarrollo, que nos permitan contribuir en la profundización de una Bolivia democrática, intercultural y equitativa. Definitivamente, es un aniversario que nos reconforta, nos fortalece, pero también nos interpela y nos proyecta a continuar contribuyendo en la construcción de un país sin marginados, ni desposeídos.
Por una Bolivia democrática, equitativa e intercultural.