CIPCA / 09 de junio de 2020.- Ayer lunes 08 de junio del presente año, la Cámara de Exportadores
del Noroeste “CADEXNOR” declaró desastre económico y social de la industria y
la cadena productiva de la castaña amazónica de Bolivia, producto de las
medidas de emergencia sanitaria asumidas por el gobierno nacional para
enfrentar la crisis de la pandemia por el brote del coronavirus (Covid-19),
medidas que fueron consideradas por la gran mayoría de los bolivianos como
acertadas porque protege la salud de la población. Sin embargo, desde el punto
de vista de los empresarios del rubro de la castaña, las medidas económicas y
sociales decretadas por el nivel central para paliar la crisis fueron
realizadas de manera inconsulta con este sector, que por sus características tiene
una dinámica distinta a los otros sectores productivos del país.
En su Declaración manifiestan su posición como sector y solicitan la atención de los tres niveles de gobierno para atender sus demandas. En este sentido, se declaran en: “Desastre económico y social de la industria y la cadena productiva de la Castaña amazónica de Bolivia” y solicitan “la urgente e inmediata atención del gobierno Nacional, departamental y municipal en todas sus instancias, a fin de revertir esta situación por la que atraviesa nuestro sector”.
Esta declaración demuestra la gravedad de la crisis económica que se vive en esta región del país, tomando en cuenta que alrededor del 70% de la población depende de los ingresos económicos producto de la recolección, beneficiado y comercialización de la castaña. Y lo que es peor aún, la crisis tiende a acrecentarse, puesto que la época de recolección de este producto ha coincidido con el periodo de cuarentena rígida, quedando prácticamente descartada la zafra para este año.
Para el sector campesino e indígena de esta región del país la crisis pareciera ser mayor, tomando en cuenta que son estos sectores los que se dedican a la recolección y venta de castaña a las empresas beneficiadoras o a intermediarios de estas. Con la caída del precio a nivel internacional de este producto, ya se avizoraba una crisis económica desde inicios del presente año. Fruto de ello, fueron las medidas asumidas por estos sectores en contra de los precios asumidos por las empresas beneficiadoras. Evitando la circulación de los diferentes medios de transporte por la carretera interdepartamental, luego de dos semanas de bloqueos, se llegaron a acuerdos con el gobierno nacional respecto al precio de la castaña, Sin embargo, dichos acuerdos no fueron cumplidos debido a la pandemia del COVID 19.
Siendo que en la cadena productiva de la industria de la castaña participan campesinos, indígenas, zafreros, barraqueros, intermediarios, transportistas y fabriles, la declaración de “Desastre económico y social” de este rubro afecta a más del 70% de los ingresos económicos de toda la región norte del país.
Por una Bolivia democrática, equitativa e intercultural.