CIPCA / 15 de julio de 2020.- El pasado 28 de junio del presente año, el Ministerio de
Desarrollo Rural y Tierras, presentó el “plan de respuesta y rehabilitación
para el sector agropecuario ante los efectos del COVID-19”, con un presupuesto
de 873.9 millones de dólares, cuyo objetivo es garantizar la soberanía
alimentaria, generar empleo, impulsar la economía en mediana escala, incluyendo
la agroindustria.
Actualmente la Amazonía Norte de Bolivia, está declarada en emergencia y crisis económica, por haber sido doblemente golpeado, primeramente por la caída del precio de la castaña en la zafra 2019 – 2020, considerada principal fuente de ingreso económico de las familias campesina e indígena y posteriormente por la pandemia del COVID 19 que ha limitado la recolección y comercialización de la castaña y el acceso al mercado de los productos agrícolas como el maíz, plátano, yuca, etc. De igual manera, se han visto afacetados por el desabastecimiento e incrementos de precios de los artículos de primera necesidad, aspecto que ha puesto en una situación insostenible económicamente a las familias campesinas e indígenas de la región.
Ante esta situación, el Bloque de Organizaciones Campesinas e Indígenas del Norte Amazónico de Bolivia (BOCINAB), después de varias reuniones de análisis del plan de rehabilitación, manifestó su preocupación y declaró estar en emergencia a la falta de una respuesta clara para este sector; por lo mismo hacen un llamado urgente a las autoridades nacionales para generar un espacio de dialogo con los sectores sociales, unidades productivas, organizaciones económicas campesinas e indígenas y todos los actores involucrados en la cadena productiva para el tratamiento y socialización del plan de rehabilitación.
La Declaratoria del BOCINAB expresa la preocupación de estos sectores y exigen el cumplimiento por parte de las autoridades a sus demandas. Piden ser tomados en cuenta dentro de los programas establecidos, y no simplemente la denominación de la castaña como producto bandera. Asimismo, exigen la claridad de la asignación de recursos públicos para el sector, con transparencia y desburocratización en los procesos de ejecución de los programas. Por otro lado manifiestan su preocupación porque gran parte del presupuesto está destinado a alivio de deudas al sector agroindustrial, expresado en 600 millones de dólares que representan el 70% del total del presupuesto. Manifiestan que esta respuesta es considerada desigual ante el pequeño productor que no tiene las mismas condiciones y tratamiento en las deudas crediticias.
Es evidente la necesidad de contar con la reactivación de la económica para el sector productivo en el país; empero estas deben responder a las necesidades y demandas de cada región. La Amazonia Norte tiene componentes que fundamentalmente están basados en una economía diversificada principalmente en la gestión integral del bosque y la tierra, la agroforesteria, la piscicultura y la ganadería menor, y todas las acciones están destinadas a garantizar el aprovechamiento sustentable de los recursos del bosques con énfasis en los frutos amazónicos como la castaña, asaí, majo, copoazú, cacao silvestre, etc.
Es necesario asegurar la inversión con presupuestos públicos a los sectores productivos en pequeña y mediana escala, que cubra la demanda interna y realmente cumplan con los objetivos planteados de garantizar la seguridad alimentaria en la región y en el país, así manifestaron los representantes del BOCINAB.
Se adjunta la Declaratoria del BOCINAB.
Por una Bolivia democrática, equitativa e intercultural.